🧾 Ingredientes del Alfajor Argentino
En esta sección encontrarás todo lo que necesitas para elaborar unos alfajores perfectos. Desde los ingredientes básicos para las tapas, hasta las opciones para personalizar el relleno y la decoración. Reúne todo antes de comenzar y así trabajarás de forma más rápida y ordenada.
Para las tapas:
- 300 g de harina de trigo: La estructura del alfajor.
- 200 g de maicena (fécula de maíz): Para lograr una textura suave y quebradiza, típica de estos alfajores.
- 150 g de azúcar impalpable (glas): Endulza sin aportar textura arenosa.
- 200 g de manteca (mantequilla): Aporta sabor y cremosidad.
- 2 yemas de huevo: Dan estructura y suavidad a la masa.
- 1 cucharadita de polvo de hornear: Ayuda a que las tapas queden ligeramente aireadas.
- Esencia de vainilla (a gusto): Para aromatizar delicadamente la masa.
Para el relleno y decoración:
- Dulce de leche (cantidad necesaria): El corazón del alfajor. Usá un dulce de leche repostero para evitar que se desborde.
- Coco rallado (opcional): Clásico para decorar los bordes de los alfajores.
- Chocolate fundido o azúcar glas (opcional): Para cubrir los alfajores y darles distintas presentaciones.
💡 Ideas para variar
- 🍫 Usá dulce de leche mezclado con un poco de cacao en polvo para un relleno de sabor más intenso.
- 🌰 Añadí nueces trituradas o almendras en el borde junto al coco para un toque crujiente.
- 🥥 Sustituí el coco por virutas de chocolate blanco o negro para un acabado diferente.
- 🍓 Rellená con mermelada de frutos rojos en lugar de dulce de leche para una versión fresca y frutal.
👨🍳 Modo de Preparación del Alfajor Argentino
Ahora que ya tienes todo listo, es momento de pasar a la acción. Sigue estos pasos con calma y precisión para conseguir unos alfajores que no solo luzcan perfectos, sino que también conquisten a todos con su sabor.
🥣 Paso 1: Preparar la masa
En un bol grande, tamizá la harina, la maicena y el polvo de hornear.
En otro recipiente, batí la manteca con el azúcar impalpable hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea.
Añadí las yemas de huevo una por una, y perfumá con unas gotas de esencia de vainilla.
Comenzá a integrar los ingredientes secos a la mezcla de manteca, agregándolos en tandas y mezclando suavemente con una espátula o con la mano, sin amasar en exceso.
Debés obtener una masa suave, que no se pegue demasiado a las manos. Si está muy blanda, podés sumarle un poco más de harina.