- Protección de colágeno: el eugenol presente en el clavo interfiere con las enzimas que descomponen el colágeno, suavizando la apariencia de las líneas finas con el tiempo.
- Polifenoles reafirmantes: el EGCG de té verde se combina con péptidos de agua de arroz para fortalecer la matriz dérmica y controlar la inflamación inducida por los rayos UV que provoca la flacidez.
- Reafirmación suave de los poros: el jugo de pepino fresco aporta taninos suaves y vitamina C que refinan los poros sin la posible sequedad de los astringentes a base de alcohol.
- Hidratación profunda y tersura: el aloe, el agua de rosas y el 95 % de contenido de agua del pepino inundan las células con humedad, mientras que la glicerina (si se agrega) la retiene para una piel radiante.
- Reparación y calma de la barrera cutánea: los esteroles de aloe y los flavonoides de rosa refrescan la irritación, alivian el enrojecimiento y aceleran la recuperación de una barrera de humedad comprometida.
- Sinergia antioxidante: la vitamina E recicla los radicales libres neutralizados por las catequinas del clavo y del té verde, prolongando la protección durante todo el día.
- Económico y accesible: los siete ingredientes son productos básicos de uso diario, lo que le brinda un tónico de sensación de lujo a una fracción de los precios de las tiendas, sin necesidad de químicos agresivos ni inyectables.
Rocíe esta fuente de poder botánico dos veces al día durante cuatro semanas y observe cómo su cutis se ilumina, reafirma y resplandece, lo que demuestra que los productos básicos de la despensa pueden rivalizar con los sueros de lujo cuando se mezclan con un poco de ciencia casera.